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viernes, 23 de febrero de 2007

Cómo ser inteligente sexualmente



Casi tod@s consideramos el sexo como una parte fundamental de nuestras vidas y, sin embargo, menos del 25% de las personas afirma tener una vida sexual satisfactoria. Pese a la aparente sofisticación de nuestra sociedad, no hablamos de sexo: mitos, falacias, incomunicación, miedos y vergüenzas nos avasallan constantemente hasta alejarnos de nuestra verdadera identidad sexual. Para remediarlo, los psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn han desarrollado el concepto de Inteligencia Sexual (IS).

Según afirman l@s psicólog@s en su libro “Inteligencia sexual”, la llave de la Inteligencia Sexual es el conocimiento de sí mismo. Esto implica ver más allá de los mitos culturales que deforman la sexualidad, desvelar nuestros verdaderos deseos sexuales y desarrollar las aptitudes emocionales y sociales que permitirán compartir nuestra personalidad real con nuestras parejas.

Conocerse a nosotros mismos es, en realidad, descubrir ese yo sexual secreto que se forma a lo largo de nuestra vida. Desde que nacemos, cada individuo construye una historia con sus deseos sexuales, pero también con sus miedos, esperas, negaciones, creencias erróneas o experiencias negativas.

Todo ello se entremezcla a través de los años para formar nuestra identidad sexual que llevamos con nosotros en nuestra edad adulta. Este yo sexual secreto es el que guarda la llave de los placeres extremos, de las atracciones inexplicables y de nuestras elecciones, buenas o malas, que acabamos tomando en nuestra vida.

El problema es que, como aclaran Conrad y Milburn, “nuestros verdaderos deseos sexuales pueden estar escondidos por experiencias traumáticas, necesidades emocionales no satisfechas que nos impiden descubrir nuestras verdaderas preferencias, y por ideas preconcebidas provocadas casi siempre por las normas culturales”. Por ello, en la mayoría de las veces acabamos fuera de lugar, desconectados de nuestros deseos y, en algunas ocasiones, enterrando nuestra sexualidad en el olvido.

Sin embargo, ignorar su yo sexual secreto puede tener consecuencias profundamente destructoras. Nuestra sexualidad es tan fundamental como nuestras emociones, nuestro intelecto o nuestra personalidad. Si la enterramos, negamos una parte esencial de nosotr@s mism@s.

El resultado se ve en la encuesta que realizaron Conrad y Milburn con unas 500 personas en 1998. De éstos, un número sorprendentemente alto sufre de disfunciones sexuales. Por ejemplo, el 42% no tiene deseo sexual; 57% son incapaces de tener un orgasmo; la mitad de las mujeres de entre 18 y 29 años consideran las relaciones sexuales dolorosas; 33% de los hombres de la misma franja de edad tienen dificultades a tener o mantener una erección; y 53% padecen de eyaculación precoz.

Solucionarlo no significa ser más “liberal” sexualmente hablando. Tampoco se trata de aprender nuevas técnicas y aún menos pasar a ser maest@ en el arte de la seducción o de la manipulación. Se trata simplemente de ser inteligente sexualmente.

El libro se basa en tres pilares que sustentan la Inteligencia Sexual. El primero es el conocimiento sexual, científico y preciso que nos permite tomar el control de nuestra vida sexual y así protegerse, por ejemplo, de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) como el VIH/Sida. El segundo pilar es la toma de conciencia de nuestro yo sexual secreto. Saber lo que nos excita, lo que nos causa problemas, lo que nos atrae, lo que preferimos. Finalmente, el tercer pilar es la capacidad de conectarse con l@s otr@s dado que una sexualidad enriquecedora no se vive sol@. Es decir, hablar con nuestra pareja de nuestras necesidades sexuales e imaginar con precisión como nuestro comportamiento sexual puede afectar a sus sentimientos.

A partir de ahí, el trabajo de Conrad y Milburn se estructura en varias partes con el objetivo de presentar una visión de la sexualidad en la que podamos vernos reflejad@s. Por ejemplo, los obstáculos que nos impiden mejorar nuestra vida sexual y adquirir un conocimiento de la sexualidad humana como puede ser una determinada educación de los padres o religiosa, así como los mitos. Otra parte se dedica al conocimiento del yo sexual secreto y de los factores que contribuyen a su desarrollo. Finalmente, l@s psicólog@s se centran en la inteligencia sexual del día a día: cómo funciona la atracción sexual, cómo lidiar con la seducción en el puesto de trabajo, cómo mantenerse fiel en una relación duradera, etc.

El libro nos invita así a recorrer el camino de nuestro interior bajo forma de una profunda introspección, pero sin apenas darnos cuenta de ello. A través de las vivencias de los pacientes de Conrad y Milburn, podremos identificar experiencias en la que nos podremos ver reflejad@s. Ello significa tomar conciencia de cómo, por ejemplo, la visión de la sexualidad de nuestros padres nos afecta hoy día, o cómo una mala experiencia sexual nos condiciona todas nuestras relaciones presentes y futuras.

En definitiva, nos permite echar la mirada hacia atrás para poder interpretar el presente y, sobre todo, construir un futuro a través de una identidad sexual acorde a nuestros verdaderos deseos.


Dr. CONRAD, Sheree y Dr. MILBURN, Michael. Inteligencia Sexual, Editorial Planeta, Barcelona, 2002, 464 p.

Dr. CONRAD, Sheree and Dr. MILBURN, Michael. Sexual Intelligence : The Groundbreaking Study That Shows You How to Boost Your "Sex IQ" and GainGreater Sexual Satisfaction, Crown, 2001, 352 p. (versión original en inglés).

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